En la era digital en la que vivimos, la contratación virtual es cada vez más habitual. La pandemia solo ha acelerado una tendencia que ya se notaba. Este nuevo formato tiene ventajas e inconvenientes (como todo en la vida), pero en este artículo vamos a concentrarnos en los principales factores que tienes que tener en cuenta para arrasar (¡en el buen sentido!) en tu próxima entrevista.

Nosotros, los/as reclutadores/as, llegamos a entrevistar a decenas de candidatos al mes. Tras algunos años contratando en este campo, he logrado identificar los principales momentos en los que los/as candidatos/as de mayor éxito destacan en el proceso de contratación, y cómo esa diferenciación terminó de cerrar su contratación.

Esto es lo que puedes hacer para captar el interés de tu próximo/a reclutador/a y diferenciarte de los/as demás candidatos/as:

1. Aprende a resumir tu experiencia profesional
2. Toma conciencia de tu actitud
3. Practica preguntas y respuestas
4. Realiza una investigación previa
5. Programa el seguimiento de la entrevista

1. Aprende a resumir tu experiencia profesional

Antes de la primera entrevista, se supone que ya has preguntado los detalles de la oferta y entregado tu CV, dando tu consentimiento para que accedan a tus datos personales.

Sin embargo, más que saber lo que hay en tu CV (y no creas que se trata de una recomendación descabellada), es importante que sepas resumir tu experiencia profesional en pocos minutos. Vuelve a leer la descripción de la oferta de trabajo para encontrar los requisitos más relevantes. A continuación, identifica las partes de tu experiencia que quieres destacar, mencionando los momentos y hecho más importantes (el stack tecnológico con el que ya has trabajado, competencias desarrolladas en proyecto, mentoría de otros miembros del equipo, etc.).

2. Toma conciencia de tu actitud

En las entrevistas siempre hay cierto estrés asociado. Cada candidato/a tiene sus razones y todas ellas son válidas.

Trabaja tu confianza (en caso necesario, ante el espejo). Di en voz alta tus motivaciones, y evalúa si consigues expresarte de forma segura y con confianza en ti mismo/a. Es natural estar nerviosos, por eso, la preparación puede (incluso) marcar la diferencia.

Eso sí, no confundas confianza con arrogancia. Si te estamos entrevistando es porque tu perfil nos ha impresionado y porque consideramos que tienes potencial para ser la persona ideal para el puesto. Sin embargo, una actitud altiva o prepotente durante la entrevista puede reducir tus probabilidades de pasar a una siguiente fase, incluso aunque poseas una sólida competencia técnica (ya sabes lo que dicen: no hay una segunda oportunidad para causar una buena impresión).

3. Practica preguntas y respuestas

A lo largo de una entrevista, surgen momentos en que el/la reclutador/a te formula preguntas y otros en los que tú mismo/a puedes hacerlo.

Cuando te hagan preguntas, responde de la forma más clara y objetiva que puedas. Los/as entrevistadores/as suelen quedarse impresionados con los/as candidatos/as que revelan una buena capacidad de comunicación y una actitud entusiasta, especialmente aquellos/as que demuestran haber hecho un esfuerzo adicional para preparar la entrevista.

Si, en algún momento, no tienes respuesta, sé sincero/a y admítelo. Los/as reclutadores/as solemos valorar la actitud franca y la demostración de humildad, en detrimento de respuestas improvisadas que pueden generar conflictos innecesarios más adelante en el proceso.

¿Quieres impresionar? Prepara varias preguntas para hacer al final de la conversación, o en otro momento que consideres oportuno. En este momento puedes aprovechar para descubrir la misión de la empresa, las oportunidades de desarrollo profesional y de formación, o incluso obtener más información sobre los clientes, el ambiente entre compañeros, etc.

4. Realiza una investigación previa

Llegar a una entrevista sin tener la menor idea de lo que hace la empresa y el motivo por el que se han puesto en contacto contigo es estar a medio camino del fracaso. Una breve búsqueda en Google, visitar el sitio web o el perfil de LinkedIn de la empresa, puede bastar para que demuestres al reclutador/a que realmente estás interesado/a en la oportunidad vacante.

Y si eres una persona curiosa por naturaleza, puedes ir más allá y consultar el perfil profesional de la persona que te va a entrevistar, para conocer un poco su trayectoria. ¿Quién sabe? Tal vez encuentras conexiones o intereses comunes para transformar la entrevista en una conversación más informal.

5. Programa el seguimiento de la entrevista

En el campo de las tecnologías de la información, todos vamos a mil por hora. Aunque el/la reclutador/a te dé una valoración del proceso de contratación —y debe hacerlo—, es muy probable que la respuesta no sea tan rápida como te gustaría.

Aprovecha para diferenciarte de los/as demás candidatos/as y ponte en contacto con el/la reclutador/a. Una semana después de la primera entrevista puede ser un buen momento para hacer balance y demostrar que sigues interesado/a en la oferta. Con un simple recordatorio en la agenda, puedes conseguir mantenerte en la mente del entrevistador/a y garantizar tu plaza en la siguiente fase del proceso.

En ese sentido, espero que, a partir de ahora, puedas tener una mejor experiencia en los procesos de contratación. Si estás planteándote un cambio, ¡siempre puedes ponerte en contacto conmigo para saber si tenemos la oportunidad que buscas!